En una entrevista publicada en 1989, el Flaco destacó la lealtad de la hinchada xeneize. "Ganen o pierdan, los monitos están siempre ahí gritando por el equipo", aseguró.
Por Daniel Péndola | Hoy cumpliría 70 años Luis Alberto Spinetta, uno de los músicos más influyentes de la música hispanoamericana, reconocido por haber liderado bandas emblemáticas del rock nacional como Almendra, Pescado Rabioso e Invisible.
Además de la inmensa y magnífica obra que nos dejó como legado, Luis fue fanático de River Plate toda su vida. José 'Machín' Gomezza, vecino de su familia y socio fundador del millonario, fue quien le regaló su primera guitarra, con la cual compuso canciones como "Barro tal vez", incluida en su disco Kamikaze (1982).
Además de la inmensa y magnífica obra que nos dejó como legado, Luis fue fanático de River Plate toda su vida. José 'Machín' Gomezza, vecino de su familia y socio fundador del millonario, fue quien le regaló su primera guitarra, con la cual compuso canciones como "Barro tal vez", incluida en su disco Kamikaze (1982).
Sin embargo, en una entrevista para El Gráfico publicada en 1989, el Flaco confesó que los simpatizantes xeneizes son más leales que los millos. “No me considero el prototipo del hincha de River. Es demasiado cómodo. Si gana, está todo bien. En cambio si pierde, todo es una porquería asquerosa. Me van a matar, pero me parece mejor hinchada la de Boca. Pierdan o ganen, los monitos están siempre ahí gritando por el equipo”.
Acerca del fútbol como deporte, Spinetta sostenía que "es un arte mayor" y que le indignaba mucho cuando los espectadores maltrataban a los jugadores, ya que ellos están ahí "ganándose el pan en una cancha". "Recuerdo que durante el Mundial del ’78, un espectador a mi lado lo insultaba a Luque. Y el pobre Luque estaba ahí matándose con un hermano muerto, el brazo y la nariz rota. Sentía una indignación que me dieron ganas de llorar, una indignación en el fondo de mi ser".
"El murmullo del público, la cancha, la gente, la pelota, los jugadores, todo eso solamente es superado para mí por un escenario. El buen fútbol, el fútbol bien jugado, es un regocijo y representa una manera de expresarse, la armonía del cuerpo, la manera de encarar el espacio", reflexionó.
La devoción de Luis por el fútbol quedó inmortalizada en dos canciones: "El anillo del capitán Beto" (1976) y "La bengala perdida" (1988). Según el músico, la segunda surgió tras un encuentro con la barra brava del Club Atlético Rosario Central. "Uno de ellos me dijo: 'Flaco, antes de morirte, tenés que hacer una canción de las barras bravas'. Y la hice”, recordó.