La despedida de Los Ratones Paranoicos, la enorme convocatoria de La Beriso, la preponderancia del reggae nacional y la familia como factor protagónico: así se vivió el Festival Nuestro 2018.
Por Jesica Acuña | El pasado 5 de mayo se realizó la cuarta edición del Festival Nuestro, un evento que reunió el rock, el reggae y diversos estilos urbanos en una misma jornada, la cual convocó alrededor de 15 mil personas que pudieron disfrutar de una tarde inigualable, donde la tranquilidad, las mateadas entre amigos y el entorno familiar coparon el predio de Tecnópolis.
El festival contó con cuatro escenarios, entre los que se destacaron el Escenario Rock y el Escenario Churro que propusieron un show sin interrupciones, ya que apenas concluía la función de una banda comenzaba la siguiente justo enfrente.
Luego del duro temporal que azotó la Ciudad de Buenos Aires durante la semana anterior, la humedad era inminente y el agua amenazaba con empañar la fiesta, pero finalmente se trató de una intimidación que quedó en el olvido cuando Eruca Sativa salió a escena.
El trío que integra Lula Bertoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera ofreció desde temprano buena parte de Barro y Fauna, su último álbum, para dar paso a El Bordo que, acompañado de un público que agitó banderas a lo largo de todo el campo, decidió apostar a lo mismo que Eruca e hizo hincapié en su más reciente placa: El Refugio (2017).
Pasadas las 20 horas, Juanse y compañía salieron a demostrar porqué son los grandes íconos del rock nacional y que, si bien se los notó algo desgastados, escuchar clásicos como "Cowboy", "Los Verdaderos" y "Sigue girando" vuelve incuestionable que sean considerados uno de los pilares del género. Aunque se haya tratado de una despedida, su público anhelará de aquí en más con su regreso.
El pico más alto de la noche llegó de la mano de La Beriso que, entre críticas y aplausos, supo ser la banda más convocante y polémica: es innegable su popularidad teniendo en cuenta que es un grupo que se hizo de abajo y que hoy atrae a familias enteras al punto de llenar grandes estadios, como también es evidente que Rolo Sartorio siempre queda envuelto en controversias por sus comentarios reaccionarios al reflexionar sobre la sociedad actual.
Dos años atrás, el cantante había declarado que "la democracia también hace muy mal a la Argentina" y que estaría dispuesto a armar "una patrulla antichorros", y ahora planteó antes de finalizar su show que "la revolución es el respeto, no es tirar piedras, no es cortar calles como en los '70".
Por otro lado, el regreso de Pato Fontanet a los escenarios significó una gran cantidad de gastadas a Rolo por el parecido de su voz, aludiendo que ya no tendrá el mismo éxito que consiguió mientras el ex líder de Callejeros estuvo detenido, pero esto parece poco importarle dado que confirmó en medio de su concierto que el próximo 24 de noviembre planean tocar en el Estadio Vélez Sarsfield.
El final de la jornada estuvo a cargo de Nonpalidece que con más de 20 años de trayectoria desplegaron una lista de temas que, al igual que Dancing Mood desde el escenario Churro, llenaron de buenas vibras a un festival que, pese a las amenazas de la lluvia, supo reunir 15 mil personas que disfrutaron de un excelente espectáculo, donde predominaron las familias y la pluralidad de estilos.
Juanse y los suyos se despidieron de los escenarios Foto: Gentileza del Festival Nuestro |
Por Jesica Acuña | El pasado 5 de mayo se realizó la cuarta edición del Festival Nuestro, un evento que reunió el rock, el reggae y diversos estilos urbanos en una misma jornada, la cual convocó alrededor de 15 mil personas que pudieron disfrutar de una tarde inigualable, donde la tranquilidad, las mateadas entre amigos y el entorno familiar coparon el predio de Tecnópolis.
El festival contó con cuatro escenarios, entre los que se destacaron el Escenario Rock y el Escenario Churro que propusieron un show sin interrupciones, ya que apenas concluía la función de una banda comenzaba la siguiente justo enfrente.
Luego del duro temporal que azotó la Ciudad de Buenos Aires durante la semana anterior, la humedad era inminente y el agua amenazaba con empañar la fiesta, pero finalmente se trató de una intimidación que quedó en el olvido cuando Eruca Sativa salió a escena.
Las familias fueron las grandes protagonistas de la jornada |
Pasadas las 20 horas, Juanse y compañía salieron a demostrar porqué son los grandes íconos del rock nacional y que, si bien se los notó algo desgastados, escuchar clásicos como "Cowboy", "Los Verdaderos" y "Sigue girando" vuelve incuestionable que sean considerados uno de los pilares del género. Aunque se haya tratado de una despedida, su público anhelará de aquí en más con su regreso.
El pico más alto de la noche llegó de la mano de La Beriso que, entre críticas y aplausos, supo ser la banda más convocante y polémica: es innegable su popularidad teniendo en cuenta que es un grupo que se hizo de abajo y que hoy atrae a familias enteras al punto de llenar grandes estadios, como también es evidente que Rolo Sartorio siempre queda envuelto en controversias por sus comentarios reaccionarios al reflexionar sobre la sociedad actual.
La Beriso: el grupo más convocante del festival |
Por otro lado, el regreso de Pato Fontanet a los escenarios significó una gran cantidad de gastadas a Rolo por el parecido de su voz, aludiendo que ya no tendrá el mismo éxito que consiguió mientras el ex líder de Callejeros estuvo detenido, pero esto parece poco importarle dado que confirmó en medio de su concierto que el próximo 24 de noviembre planean tocar en el Estadio Vélez Sarsfield.
El final de la jornada estuvo a cargo de Nonpalidece que con más de 20 años de trayectoria desplegaron una lista de temas que, al igual que Dancing Mood desde el escenario Churro, llenaron de buenas vibras a un festival que, pese a las amenazas de la lluvia, supo reunir 15 mil personas que disfrutaron de un excelente espectáculo, donde predominaron las familias y la pluralidad de estilos.