Rock es compartir realizó una encuesta en la que participaron más de mil personas, la cual revela cuál sería la estación del año más cómoda y de mayor preferencia por gran parte del público argentino.
Por Daniel Péndola (@DanielPendola) | Sin duda alguna, cuando se trata de ver a tu músico favorito, cualquier situación es la más ideal para concurrir a un espectáculo y pasar un grato momento junto a un grupo de amigos, un familiar o una pareja, pero existe otra realidad.
La otra realidad a la que nos enfrentamos es a la del clima, la cual puede interferir de lleno en nuestros planes, puesto que el calor sofocante del verano, la inestabilidad del otoño y la carga de atuendos que uno tiene en invierno termina fastidiando y no pasa desapercibida.
No ocurren dichas dificultades con la primavera y eso ha quedado en claro en la encuesta que hicimos, debido a que un 42% de personas prefieren el período de Septiembre-Diciembre para ir a un concierto y eso se ve reflejado en la comodidad que acompaña dicha época.
La primavera se caracteriza por ser la estación del año en la que todo florece y no tan sólo por una cuestión de la naturaleza, sino porque los abrigos dejan de ser tan necesarios, el tiempo es más amigable y el color vuelve a ser parte de la vestimenta de la gente.
Y como si fuera poco, analicemos un instante los problemas que surgen en las otras épocas del año: En principio, en verano se instala la necesidad de tener aire acondicionado o ventilador en las salas, porque de otra forma es verdaderamente desagradable e incluso puede hacer mal a la salud.
De hecho, en varias oportunidades, si es que el personal de seguridad y la productora del show muestran un mínimo de responsabilidad, suelen compartir botellas de agua con el fin evitar situaciones que pongan en riesgo a las personas mientras se realiza la función.
En segundo lugar llega el Otoño y la eterna pregunta: ¿me pongo o no me lo pongo? Después llegas al concierto y no sabes en donde meterte la campera que se te dio por tomar antes de salir de tu casa, a menos que el sitio tenga guardarropas. Y ni hablemos si se larga a llover justo a la salida.
Por último aparece el Invierno. Te enfermas, tenes fiebre, todo el mundo tose. Ir a un espectáculo es verdaderamente arriesgado y no precisamente por el pogo, sino porque hay virus por doquier y la gripe no es un caso menor: las consecuencias pueden ser jodidas.
En fin, cualquier estación es buena para ver a quien te gusta y nunca hay mal tiempo para el rock, pero esta realidad siempre va a estar presente y no hay nadie que la pueda evitar, por eso es que gran parte del público disfruta más de ir a recitales durante la primavera.
Por Daniel Péndola (@DanielPendola) | Sin duda alguna, cuando se trata de ver a tu músico favorito, cualquier situación es la más ideal para concurrir a un espectáculo y pasar un grato momento junto a un grupo de amigos, un familiar o una pareja, pero existe otra realidad.
La otra realidad a la que nos enfrentamos es a la del clima, la cual puede interferir de lleno en nuestros planes, puesto que el calor sofocante del verano, la inestabilidad del otoño y la carga de atuendos que uno tiene en invierno termina fastidiando y no pasa desapercibida.
No ocurren dichas dificultades con la primavera y eso ha quedado en claro en la encuesta que hicimos, debido a que un 42% de personas prefieren el período de Septiembre-Diciembre para ir a un concierto y eso se ve reflejado en la comodidad que acompaña dicha época.
¿Qué estación del año es la mejor para disfrutar de un recital?— Rock es compartir (@RockEsCompartir) enero 22, 2016
La primavera se caracteriza por ser la estación del año en la que todo florece y no tan sólo por una cuestión de la naturaleza, sino porque los abrigos dejan de ser tan necesarios, el tiempo es más amigable y el color vuelve a ser parte de la vestimenta de la gente.
Y como si fuera poco, analicemos un instante los problemas que surgen en las otras épocas del año: En principio, en verano se instala la necesidad de tener aire acondicionado o ventilador en las salas, porque de otra forma es verdaderamente desagradable e incluso puede hacer mal a la salud.
De hecho, en varias oportunidades, si es que el personal de seguridad y la productora del show muestran un mínimo de responsabilidad, suelen compartir botellas de agua con el fin evitar situaciones que pongan en riesgo a las personas mientras se realiza la función.
En segundo lugar llega el Otoño y la eterna pregunta: ¿me pongo o no me lo pongo? Después llegas al concierto y no sabes en donde meterte la campera que se te dio por tomar antes de salir de tu casa, a menos que el sitio tenga guardarropas. Y ni hablemos si se larga a llover justo a la salida.
Por último aparece el Invierno. Te enfermas, tenes fiebre, todo el mundo tose. Ir a un espectáculo es verdaderamente arriesgado y no precisamente por el pogo, sino porque hay virus por doquier y la gripe no es un caso menor: las consecuencias pueden ser jodidas.
En fin, cualquier estación es buena para ver a quien te gusta y nunca hay mal tiempo para el rock, pero esta realidad siempre va a estar presente y no hay nadie que la pueda evitar, por eso es que gran parte del público disfruta más de ir a recitales durante la primavera.